Siglo XXI y La Encina, dos nuevos colegios de Las Rozas que apuestan por la Educación Emocional

795

Tras varios colegios de la zona Noroeste en los que se han impartido talleres de educación emocional a través del juego y la creatividad, les ha llegado el turno a los alumnos de primaria del CEIP Siglo XXI y CEIP La Encina, ambos de Las Rozas.
Valle Idígoras y Alex Trefois de “el perruco” https://www.elperruco.com llevan a los coles estos talleres que son una oportunidad para que los chavales, además de aprender qué nos dicen las emociones o cómo actuar para que nos sirvan de ayuda, piensen acerca de cómo se sienten y dispongan de un tiempo y un espacio donde puedan comunicarlo y expresarse libremente.
Una apuesta por la introducción de las emociones en el aula a través del juego y la creatividad donde Dirección, claustros y AMPAs de ambos centros se han implicado, conscientes de la necesidad de desarrollar las llamadas “habilidades blandas” o “soft skills” que sirven, entre otras cosas, para reconocer, expresar y manejar las emociones.
Los talleres tienen una primera parte basada en el juego, en la que los alumnos frente a un tablero con fichas y dados, piensan en las situaciones en las que han sentido una determinada emoción (miedo, tristeza, alegría, ira…) y las comparten con sus compañeros para avanzar hasta la meta. También juegan con unas cartas en las que van apareciendo emociones pertenecientes a diferentes familias y en las que podemos encontrar varias intensidades de cada una de ellas (serenidad, bienestar, seguridad, paz y satisfacción o temor, ansiedad, miedo, espanto, terror, por ejemplo) y que les ayuda a ser conscientes del abanico amplísimo de emociones que existen y la importancia de diferenciarlas.
Además de toda una parte teórica en la que se explica el origen y la función de las emociones, los niños aprenden la importancia que tiene la intensidad de las mismas y algunas técnicas que pueden ayudarles a rebajar dicha intensidad, como la respiración diafragmática y el mindfulness.
La segunda parte de los talleres está dedicada a la creatividad como vehículo de expresión emocional. Con técnicas de trabajo cooperativo, los alumnos terminan pintando el muro del cole y representando las emociones agradables que han vivido. El resultado final es sorprendente, un mural digno de ver.
Desde “el perruco” nos dicen que vivimos en una sociedad en la que el tiempo de relación familiar se ha reducido drásticamente, a la vez que el empleado frente a las pantallas ha aumentado de forma alarmante, tanto en adultos como en niños, y es esta falta de tiempo de interacción personal la que provoca, en muchos casos, problemas como el déficit de atención, agresividad, falta de autocontrol… “Actualmente avanzamos en conocimiento y manejo de las tecnologías pero retrocedemos en autoconocimiento y empatía. Estos talleres abren un espacio donde se normaliza hablar de emociones, los niños están deseosos de contar cómo se sienten, de sentirse escuchados y poder compartir con otros sus vivencias. Animamos a los padres a pasar todo el tiempo que puedan con sus hijos y a expresar sus emociones de forma natural, así como a aceptar todas las que les puedan contar sus hijos. Si mejoramos la comunicación, mejoramos los vínculos afectivos y les damos herramientas para el futuro, para su desarrollo personal, unas herramientas que a muchos de nosotros nos faltaron cuando teníamos su edad”.
Esperemos que sigan teniendo éxito y que otros colegios se interesen por este tipo de iniciativas que ofrecen la oportunidad de crecer en un campo hasta ahora poco atendido y que, sin embargo, es cada vez más demandado, tanto a nivel personal como laboral.