Descubre el truco para elegir la hipoteca perfecta según tus ingresos

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Por lo general, relacionamos la palabra hipoteca con un largo periodo de tiempo. Incluso es frecuente mencionar que un préstamo hipotecario exige mayor compromiso que el matrimonio.

En realidad la extensión de los préstamos hipotecarios en España, según los datos más actuales del Instituto Nacional de Estadística, presenta una media de 24 años. Sin embargo, las cifras pueden cambiar en base a las necesidades individuales de cada individuo.

Pero, ¿cómo elijo mi hipoteca?

En términos generales, la contestación está sujeta a cada caso y debe fundamentarse principalmente en dos factores clave:

Suma de la hipoteca: cuanto menor sea el período de tiempo, más será el pago mensual y, a mayor pago mensual, menor será la cantidad máxima que se puede pedir prestada en la hipoteca.

Intereses a pagar: la cuota mensual aumentará a medida que se acorte el plazo, lo que también implica que se reducirá la cantidad pagada en concepto de intereses durante toda la hipoteca.

Considerando estos dos aspectos, aquellos que tienen menos ingresos pueden elegir las hipotecas de largo plazo para incrementar su poder adquisitivo, mientras que aquellos con ingresos más altos pueden optar por reducir el plazo para disminuir la cantidad y el tipo de intereses pagados en su totalidad.

Elección del plazo para una hipoteca

Uso de la vivienda y plan de pago: si pensamos en vender nuestra propiedad durante la duración de la hipoteca o si planeamos liquidar parcial o completamente la deuda de la hipoteca, hay dos cargos importantes a tener en cuenta: comisión por liquidación parcial y comisión por cancelación total.

Cláusulas de adelantamiento de pago: cada entidad bancaria establece sus términos y estas cláusulas les otorgan protección en caso de una posible venta del inmueble y el reembolso del préstamo, ya que en esta situación estaríamos «privando» al banco de sus ingresos futuros. Por lo general, las hipotecas de interés fijo poseen comisiones más elevadas en comparación con las de interés variable.

Vinculaciones: otro de los aspectos a considerar dentro de las vinculaciones frecuentes en los préstamos hipotecarios es el seguro de vida. No obstante, el seguro de vida tiene un coste variable que se incrementa anualmente. Por lo tanto, llega un momento en el que el descuento no compensa por el precio del seguro, por lo cual es esencial estar debidamente informados y protegidos.

La edad es el último aspecto a considerar al elegir una hipoteca. Cada entidad financiera tiene un tope de edad para otorgar préstamos, que varía entre 75 y 80 años. Asimismo, cada banco establece un plazo hipotecario mínimo, siendo que algunos brindan préstamos por un año y otros, al menos, por 10 años.