Esta es una de las grandes cuestiones que se plantean entre las personas que conviven con una mascota: ¿duermes con ella? ¿le dejas que se suba a tu cama? ¿es bueno? ¿es malo?… Quizá esté bien cuando es cachorro o cuando el perro es pequeñito, pero ¿Y si se trata de un perro grande? ¿Y si el perro ocupa más espacio que tú en la cama?
Hay expertos que dicen que dormir con tu perro altera tu estado de sueño, y no sólo por el espacio que ocupa en la cama, sino porque son animales que están constantemente alerta ante cualquier ruido y se mueven a la mínima circunstancia. Además, exponen el peligro de contraer enfermedades, por ejemplo, la tiña o las infecciones por estafilococos.
Hablamos con Bárbara Chamorro del Amo, técnico auxiliar de veterinaria, nos saca de dudas y nos explica cuáles son los beneficios, tanto físicos como emocionales, que tiene dormir con nuestra mascota. Como, por ejemplo, reduce el estrés y la ansiedad. La presencia de una mascota puede aumentar la producción de oxitocina, una hormona que ayuda a reducir los niveles de estrés. Además, ayuda a mejorar la calidad del sueño. Muchas personas encuentran el ritmo de la respiración y el calor de su mascota reconfortante, lo que favorece un sueño más profundo y reparador. Científicos estadounidenses descubrieron, en otro estudio, que las personas que duermen con su perro concilian antes el sueño. Además, reduce la presión arterial. Se ha demostrado que el contacto con los animales puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular. A esto se añade el hecho de que proporciona calor natural. En noches frías, el calor corporal de tu mascota puede ayudarte a mantenerte abrigado.

Por supuesto, brinda una sensación de seguridad, especialmente si vives solo. Tener a tu mascota cerca puede hacerte sentir más protegido y tranquilo durante la noche. Fortalece el vínculo emocional. Dormir juntos refuerza el lazo entre tú y tu mascota, mejorando la confianza y la conexión entre ambos. Alivia la sensación de soledad, sobre todo, para las personas que viven solas o que están atravesando momentos difíciles. La compañía de una mascota puede dar consuelo y apoyo emocional, además de que se consigue liberar oxitocina, la hormona de la felicidad, que tiene un efecto positivo en el bienestar de la persona y del animal.
Además, mitiga la agresión y favorece la empatía. Además de los beneficios antes mencionados, dormir con tu gato tiene alguno más. Se ha demostrado que las vibraciones del ronroneo pueden ayudar a reducir la presión arterial y el estrés. Pero también hay que tener en cuenta que los gatos son más activos por la noche, por lo que pueden interrumpir tu sueño.
Cuáles son las contraindicaciones
Dormir con tu mascota puede tener también sus desventajas como es:
- Si tienes alergias, puede empeorar los síntomas.
- Pulgas y garrapatas: Pueden picarte y causar irritación en la piel o transmitir enfermedades como la enfermedad de Lyme.
- Ácaros y sarna: Algunos tipos de sarna pueden contagiarse a los humanos.
- Lombrices intestinales: se transmiten si entras en contacto con heces infectadas.
- Tiña (dermatofitosis): Es una infección fúngica de la piel que puede contagiarse por contacto directo.
- Bartonelosis (enfermedad del arañazo del gato): Se transmite a través de arañazos o mordeduras de gatos infectados.
- Leptospirosis: Te puedes contagiar si la mascota ha estado en contacto con aguas contaminadas.
- Capnocytophaga: Una bacteria presente en la saliva de perros y gatos que, aunque rara vez, puede causar infecciones graves en personas con el sistema inmune debilitado.
- Toxoplasmosis: Si el gato está infectado con el parásito Toxoplasma gondii, puede transmitirse a humanos (aunque el contagio suele ser más común a través de heces infectadas).
Cómo reducir estos riesgos
Es importante mantener al día las vacunas y desparasitaciones; bañar y cepillar a la mascota regularmente; lavar la ropa de cama con frecuencia; y evitar dormir con la mascota si tienes alergias o un sistema inmunológico comprometido.
También es importante tener en cuenta que dormir con tu mascota puede reforzar el vínculo con ella, pero también puede generar algunos problemas de comportamiento. Ya que, si tu mascota se acostumbra a dormir contigo todas las noches, puede desarrollar ansiedad cuando no estés en casa o cuando intentes que duerma sola. Esto puede manifestarse con ladridos o maullidos excesivos cuando te vas. También pueden tener conductas destructivas (morder muebles, arañar puertas) o intentar entrar a tu habitación o saltar a la cama cuando no lo permites.
Algunos perros, especialmente los de carácter dominante, pueden interpretar dormir en la cama como un privilegio y desarrollar comportamientos territoriales, como gruñir o mostrar agresividad si intentas moverlos; no permitir que otras personas (o incluso otras mascotas) se acerquen a la cama.
Aunque algunos animales duermen bien con sus dueños, otros pueden estar incómodos o no descansar bien por cambios de postura, ruidos o movimientos nocturnos. Esto puede hacer que estén más irritables durante el día.