El trabajo de excavación, que se están llevando a cabo en el yacimiento arqueológico de El Rebollar, en El Boalo, ha sido resaltado en la revista National Geographic.
“Entre todos estos interesantes proyectos podemos destacar el estudio sobre ADN antiguo que se lleva a cabo en el yacimiento arqueológico de El Rebollar por parte de la Universidad Autónoma de Madrid, y que está dirigido por Javier Salido y Sara Palomo”, afirma el artículo de la revista National Geographic.
El profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Madrid, Javier Salido, explicaba que han recibido una ayuda de la Fundación PALARQ para continuar con estos estudios.
«La novedad de la ayuda que nos ha ofrecido y que nos ha aportado la Fundación PALARQ es que nos permitirá realizar estudios de tipo genético para conocer las relaciones de parentesco de cinco individuos. Se trata de tres individuos de la época visigoda que fueron enterrados en dos sarcófagos y también de otros dos perinatales de otro periodo histórico, la época bajomedieval. La relación de parentesco entre individuos del mismo periodo y enterrados forma distinguida nos permitirá llegar a conclusiones de tipo histórico sobre quiénes tenían derecho a enterrarse en las zonas más privilegiadas de la iglesia, ¿son familiares? ¿mantienen algún otro tipo de relación de parentesco los enterrados en una iglesia tan destacada?, ¿los perinatales son mellizos o gemelos? Estas son las preguntas que nos formulamos y que trataremos de dar respuesta. La ciencia arqueológica avanza y ahora podemos plantearnos dudas que hasta hace poco no podíamos resolver”, argumentaba Salido.
Por su parte, Sara Palomo, profesora en el departamento de Medicina legal y psiquiatría y patología de la Facultad de Medicina de la Complutense explicaba cuál es su trabajo en este proyecto: «se basa en el estudio del ADN antiguo y de cuestiones relacionadas con la genética forense. Nos vamos a centrar, sobre todo en esta primera parte, al menos en cinco individuos, dos de ellos son dos individuos infantiles perinatales que se encontraban enterrados juntos y que se sospecha que el hecho de hallar a dos bebés enterrados juntos se sospecha que pudieran estar vinculados por algún tipo de relación familiar. Nuestra principal misión, desde el punto de vista de la genética, sería, en primer lugar, respecto de los dos individuos infantiles que están inhumados de forma conjunta, hacer estudio de marcadores STRs autosómicos, para saber si existe algún tipo de parentesco cercano entre ellos, si existe una relación de hermandad concretamente. Y también vamos a llevar a cabo el estudio de marcadores genéticos del linaje, como son el ADN mitocondrial y el cromosoma Y. Y también con el final de un estudio de origen biogeográfico, la genética no solamente nos sirve para identificar o para establecer relaciones de parentesco, sino que también existen marcadores, especialmente en los de linaje como el mitocondrial o el Y, aunque también en algunos casos se puede utilizar otro tipo de marcadores nucleares, que son indicativos abril en la el hecho de que una persona tenga ciertas características en su ADN puede asociarle, vincularle a un origen biogeográfico concreto en este caso, pues también nos puede aportar esta información sobre los individuos, a ver si procedían de alguna región geográfica concreta y a su vez, pues poner esto en contexto con otros con otros datos que se conozcan de otros yacimientos de otros individuos de otras zonas.»