A pesar de que generalmente, los informes y noticias provenientes del Departamento de la Policía Nacional de Ávila, abordan temas que no siempre son agradables.
Esta vez es diferente, este es uno de esos momentos en los que la Policía sobresale precisamente por su labor solidaria; y por la compasión de los agentes que visten el uniforme.
En la madrugada del 2 de agosto, ocurrieron los hechos, cuando se asignaron a los agentes en servicio por el Servicio de Emergencias 091 para acudir al Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, donde al parecer el guardia de seguridad estaba teniendo problemas con una paciente.
En el hospital se les informó por los médicos del servicio de Urgencias, de la presencia de una mujer a la que tenían que revisar para su valoración e iba acompañada de un bebe de 17 meses, teniendo claros síntomas de embriaguez, lo cuales no son compatibles con el cuidado de un niño tan pequeñito
La paciente intentó abandonar el centro médico sin consentimiento de los servicios de salud; y la tuvieron que retener el guarda de seguridad del Hospital y los agentes que estaban a su lado.
Lograron persuadirla para que volviera al Hospital, con el fin de recibir atención tanto su bebé como ella misma, cuidando así de la salud de ambos.
Un agente se hizo cargo del bebe y cogido en brazos para calmarlo se lo llevó a la unidad de pediatría del hospital, donde sería atendido por los médicos.
En ese momento, el policía, con la asistencia del personal sanitario, le dio al bebe un biberon.
