Dicen que uno de los grandes males de esta sociedad actual que nos está tocando vivir es el estrés, la ansiedad y la depresión.
Muchas son las terapias que se ofertan para conseguir el tan ansiado bienestar. Desde el coaching, el mindfulness, el psicoanálisis, las sesiones holísticas… Sin embargo, hay una técnica que ha demostrado ser infalible, gratificante. Muchas personas, que comparten su vida con una mascota, podrán ponerla en práctica. Se trata de hacer terapia con animales. Una opción más que está ganando adeptos en lo que respecta al mundo de la salud.
¿De qué se trata?
Pues se trata de ayudar a personas con algún tipo de enfermedad cognitiva, física o emocional, a recuperarse gracias a la compañía de los animales o a la interactuación que se produce con ellos.
¿Quiénes pueden beneficiarse de esta terapia?
Cualquier persona puede experimentarla. Ya sean niños, adolescentes, adultos, o persona mayores. Porque la terapia con animales ayuda a sobrellevar de mejor manera a todas aquellas personas que sufren cualquier tipo de dolencia, entre otras: personas que están recibiendo un tratamiento contra el cáncer; personas con enfermedades cardiovasculares; personas con ansiedad; personas con trastornos mentales, con demencia o con Alzheimer; personas que viven solas; pacientes con estrés post traumático.
Y no sólo se benefician este grupo de personas, sino que los familiares que les acompañan aseguran sentirse mucho mejor después de una sesión de estas terapias.
¿Dónde se realizan?
Pues no suele realizarse en un entorno médico, aunque cada vez se está dando más el hecho de que se realicen visitas de animales a los hospitales. Pero es más habitual que se lleven a cabo en universidades o en centros especializados. Puede realizarse de manera individual o en grupo.
¿Tiene algún riesgo?
El único riesgo es el referente a la higiene de los animales. Pero para eso hay que ser muy riguroso y llevar un exhaustivo seguimiento veterinario de los animales.
¿Con qué animales se puede realizar?
Normalmente, estas terapias se realizan con perros y gatos, aunque también se realiza con caballos -equinoterapia- o con delfines.
Sabías que…
Dentro de las terapias asistidas con animales, una de las más recurridas es la que se realiza con perros. Estos actúan como intermediarios entre el terapeuta y el paciente. La terapia con perros tiene varios objetivos, tanto en el área de rehabilitación como en el aprendizaje, ya que es útil a nivel psicológico, cognitivo o psicomotriz y ayuda a mejorar la comunicación o tiene un efecto beneficioso en la socialización de los pacientes; mejora el estado de ánimo, la autoestima y la autonomía; ayuda a mejorar la atención a personas diagnosticadas con TDH; ayuda a paliar el sentimiento de soledad; sirve como motivación; fomenta el contacto social y las habilidades de comunicación; disminuye los estados de ansiedad o la depresión; fomenta el sentido de la responsabilidad, sobre todo en los adolescentes.