Felipe ‘avisa’ del peligro de las urnas

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“Que hagan lo que quieran, pero que no nos lleven a elecciones”, afirma Felipe González en EL País. / EP
“Que hagan lo que quieran, pero que no nos lleven a elecciones”, afirma Felipe González en 'El País'. / EUROPA PRESS

M. C.

Felipe González y Juan Luis Cebrián ya no son lo que eran, pero cuando hablan se les sigue escuchando. Especialmente al primero, en las filas de un PSOE, cuyos barones siguen mirándolo de reojo en busca de guía y consuelo en estos tiempos de zozobra. Ambos nos han obsequiado con su opinión sobre los devenires acontecimientos de la política y los dos lo han hecho en un sentido parecido, al mismo tiempo y desde las páginas de ‘El País’. Un movimiento en el que algunos han querido ver un termómetro de cómo están los ánimos en la ‘vieja guardia’ del PSOE y aledaños, temerosos de que Sánchez se dirija alegremente hacia las elecciones confiado en unas encuestas que carga el diablo.

González, en una larga conversación con la directora de El País, Soledad Gallego-Díaz, publicada el pasado fin de semana en el suplemento Ideas, subraya que: “que hagan lo que quieran, pero que no nos lleven a elecciones y que respeten las reglas del juego”. ¿Y cuáles son esas reglas del juego? Una: “que el Gobierno funcione como debe funcionar de acuerdo con el ordenamiento jurídico”. Dos: “Que el presidente no deje de ser el presidente, que tenga la facultad de nombrar y de cesar al ministro que crea que tiene que nombrar y que cesar”. Y tres: “que las decisiones sean del Consejo de Ministros”. Eso sí, por si a Sánchez se le había olvidado, su antecesor al frente del Gobierno y del PSOE le recuerda que “la obligación del presidente es defender los intereses generales. Estas cosas se están olvidando”.

Juan Luis Cebrián apuesta por el gobierno de coalición que propone Pablo Iglesias. / EP
Juan Luis Cebrián apuesta por el gobierno de coalición que propone Pablo Iglesias. / EP

Mucho más contundente, Cebrián, en una tribuna titulada ‘Razones para un gobierno de coalición’, y publicada el domingo, se pone de parte –cosas veredes- de Pablo Iglesias. Tanto que afirma que: “En la crisis política por la que atravesamos su actitud me ha parecido desde un principio la más coherente con la institucionalidad democrática”. Cebrián critica que Sánchez se empeñe en gobernar con 123 diputados, que no le ofreciera a Rivera un gobierno de coalición tras las elecciones –¿no escuchó el ya famoso «¡Con Rivera, no!»?–, el trato que le ha dado a Iglesias –“aterra imaginar el trato que puede acabar dando a los que considera aliados secundarios”, dice-, que se fuera de vacaciones en agosto y su negativa a repetir la oferta de coalición lanzada en julio. Y de cara al 10-N, avisa: “el principal responsable de la repetición electoral será quien asumió el encargo del Rey y no pudo o no quiso consumarlo”.

De la bronca de Cebrián tampoco se libra el Rey –“no hubiera sobrado para tranquilidad de la opinión pública y la neutralidad del procedimiento, que don Felipe reanudara sus consultas con los líderes”-. No gana para disgustos Cebrián y no ha podido reprimir sus ganas de poner su granito de arena en la estabilidad del Estado.