Descubiertos nuevos frescos en el palacio del Infante de Boadilla

Las primeras investigaciones datan los frescos a principios del siglo XIX. Unas pinturas ubicadas en la habitación de la condesa de Chinchón en perfecto estado de conservación.

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El palacio del Infante Don Luis de Boadilla vuelve a sorprender. Y es que las obras de restauración que se están realizando en su interior han permitido descubrir unas pinturas al fresco desconocidas hasta la fecha en las dependencias de la condesa de Chinchón, hija del Infante y esposa de Manuel Godoy.

Fueron los restauradores quienes, durante las obras, advirtieron una falsa techumbre de escayola que escondía tras de sí un impresionante fresco a lo largo de todo el techo de la habitación.

Concretamente se trata de una representación del Cielo que tiene superpuesta, a modo de trampantojo, una cornisa decorada con casetones llenos de flores y que, según los expertos, recuerda a la decoración de yeserías de la capilla de este mismo palacio donde se encuentra el sepulcro de la Condesa.

Además, el techo recién descubierto incorpora una moldura en madera noble con una decoración de dos líneas paralelas de secuencias de hojas doradas con pan de oro y de idéntica factura que las molduras que enmarcan las ventanas de estas estancias.

Según los expertos y, tras las primeras investigaciones, los frescos, que se encuentran en perfecto estado de conservación, podrían datar de principios del siglo XIX. 

Como curiosidad, durante la rehabilitación de una puerta de las mismas estancias, se ha hallado una cápsula del tiempo que alberga un periódico de 1944 junto a unas entradas del teatro de Getafe. La fecha de las mismas coincide con la de la reforma de las habitaciones de la condesa de Chinchón con motivo del cambio de uso del Palacio, que pasó a ser entonces una escuela para niñas del Auxilio Social. .