Mirar al futuro de frente

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Sergio del Campo.

Iniciamos el nuevo curso político como lo cerramos en el mes de julio: con la incertidumbre de si la irresponsabilidad de Sánchez nos llevará a elecciones en noviembre. Esto se traduce en que por ahora los diputados seguiremos con las manos atadas a la hora de poder debatir iniciativas en el Congreso. Más allá de la posibilidad de registrar preguntas parlamentarias o proposiciones por parte de los Grupos, no parece que la función legislativa de las Cortes vaya realmente a ponerse en marcha a corto plazo, aun cuando la última decisión que tomó el Congreso antes de iniciar el periodo estival fue la constitución de las comisiones parlamentarias. En esta Legislatura tengo de nuevo la responsabilidad de ser el portavoz de Empleo y Seguridad Social de Ciudadanos y como tal quiero iniciar el nuevo curso denunciando que vamos tarde en algunas cuestiones y que es necesario poner en marcha reformas que desplieguen sus efectos cuanto antes si queremos afrontar el futuro del empleo con garantías.

Sin respuestas contundentes frente a los problemas ‘clásicos’, nos debemos enfrentar además a algunos nuevos retos comunes a las economías desarrolladas, como la digitalización o la robotización, que reclaman la adaptación de nuestra normativa cuanto antes

Creo que el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social o como se denomine en el futuro a causa del manoseo al que puedan someterlo Sánchez e Iglesias –que llegaron a negociar una institución tan importante en directo desde la tribuna del Congreso–, tiene grandes retos por delante que no se limitan a la derogación total o parcial de la ultima reforma laboral. Se necesitan reformas de calado que vayan más allá de los parches a los que nos está acostumbrando el Gobierno. Desde Ciudadanos hace tiempo que venimos denunciando la falta de propuestas reales frente a dos de los problemas propios ya cronificados de nuestro mercado laboral: el abuso de la temporalidad en la contratación y las altas tasas de desempleo. No me voy a extender en datos, ni en propuestas ya que en otras ocasiones he dedicado esta tribuna a ello. Diré únicamente que dichas anomalías y su falta de control siguen contribuyendo a la precarización constante de nuestro mercado de trabajo; sin embargo, Gobierno tras Gobierno han sido incapaces de ponerle freno en las últimas décadas.

Sin respuestas contundentes frente a los problemas ‘clásicos’, nos debemos enfrentar además a algunos nuevos retos comunes a las economías desarrolladas, como la digitalización o la robotización, que reclaman la adaptación de nuestra normativa cuanto antes. Cambios sustanciales en las formas de prestación de servicios y de producción que ya están afectando de forma contundente a las relaciones laborales, debiendo evitar que sirvan como excusa para precarizar, aún más, un mercado de trabajo como el nuestro que ya cuenta con grandes desequilibrios. Me encuentro entre los que defendemos que la llamada “Industria 4.0” no tiene por qué ser una amenaza para el Estado del Bienestar, ni siquiera para el empleo. Tampoco veo como una amenaza las plataformas digitales. Al revés, las considero fuente de riqueza y de empleo tanto directo como indirecto. Es cierto que muchos puestos de trabajo se destruirán, pero se crearán otros, como ha ocurrido en las anteriores revoluciones industriales. Necesitamos una reforma de los sistemas pasivos de protección social que pongan su foco en aquellos trabajadores que el sistema irremediablemente dejará en la cuneta, pero también una revolución en el modelo de formación para que éstos sean los menos posibles. Es necesaria igualmente una propuesta regulatoria que otorgue seguridad jurídica a las plataformas para operar, pero a la vez establezca mecanismos eficaces de protección social a sus trabajadores.

En definitiva, mientras la realidad nos pasa por encima, desde la izquierda se sigue mirando al pasado en la búsqueda de soluciones. Se equivocan. Dicha solución pasa por afrontar los cambios aunque afecten a las estructuras sobre las que se sustentaron nuestros modelos de relaciones laborales; la solución pasa por no cerrar los ojos, ser valientes y estar preparados para mirar al futuro de frente y con soluciones bajo el brazo.


Diputado de Ciudadanos por Tarragona en la XI y XII Legislaturas. Diplomado en Relaciones Laborales y Licenciado en Ciencias del Trabajo. También es Subinspector Laboral de Empleo y Seguridad Social. Actualmente, es Portavoz en la Comisión de Empleo y Seguridad Social y portavoz adjunto en la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo.