Economía española: los oscuros presagio del otoño

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Julio Rodríguez López.

El último ‘Informe de Perspectivas Económicas de la OCDE’, publicado en París el pasado 19 de septiembre, relativo al periodo 2018-2020, tiene un título un tanto pesimista (“Warning: Low Growth Ahead”), cuya traducción equivale a “Aviso: Señales de bajo crecimiento”. Dicho informe supone una significativa revisión a la baja de las anteriores previsiones de crecimiento de la economía mundial para el bienio 2019-2020.

En España, la actualización de la Contabilidad Nacional para el periodo 1995-2018 ha revelado que el crecimiento real de la economía en el trienio 2016-2018 fue inferior a las estimaciones publicadas por el INE. Dicha revisión acentúa la relevancia del menor crecimiento previsto para 2019 y 2020.

La OCDE ha estimado un crecimiento de la economía mundial del 2,9% en 2019, tres décimas por debajo de la última previsión de la primavera de este año. La revisión bajista de la tasa de crecimiento ha sido más acusada en la Eurozona, para la que se prevé un crecimiento medio del PIB del 1% en 2019-2020. La estimación de la OCDE para Alemania, la mayor economía europea, es de un 0,5% en 2019 y del 0,6% en 2020.

EUROPA PRESS

El menor crecimiento en España se advertirá sobre todo en el consumo privado y público y en la inversión empresarial. Sufrirá el aumento del empleo

El impacto del menor crecimiento será mayor en las economías más expuestas a la evolución del comercio mundial y en aquellas en las que es mayor el peso de la inversión. La OCDE considera que el impacto sobre el comercio mundial derivado de las políticas proteccionistas de Estados Unidos y China afecta al funcionamiento de las cadenas de montaje transnacionales, lo que reducirá la productividad y los incentivos a la inversión. No se conoce todavía cómo se desarrollará el proceso de salida de la Unión Europea (UE) de la economía del Reino Unido (Brexit). Se teme que una salida abrupta, sin acuerdo con la UE, afectaría negativamente a la economía británica, que podría registrar una recesión, y también a la economía del resto de Europa.

La economía alemana está siendo afectada, además, por los problemas de la industria automovilística, que tiene un fuerte peso en la actividad productiva de dicho país. Las tensiones comerciales y las incertidumbres del Brexit están perturbando seriamente a dicha economía. Las últimas encuestas de opiniones empresariales señalan la presencia de un serio retroceso en la actividad de la industria alemana, para la que no se anticipa ninguna mejoría en lo que queda del ejercicio de 2019

Recientemente el Banco Central Europeo ha vuelto a reforzar la política de “alivio cuantitativo”, sobre todo a través de las compras de deuda pública a bancos y empresas, acentuando la presencia de tipos de interés negativos, con el fin de estimular la demanda de la economía, La política monetaria acomodaticia de los últimos años ha contribuido a mejorar los ritmos de crecimiento de la Eurozona. Pero dcha política también ha tenido efectos secundarios negativos, entre los que destacan las importantes elevaciones registradas en los precios de la vivienda.

En 2018 el crecimiento de la economía española fue del 2,4%, sensiblemente por debajo del 2,8% anteriormente estimado por el INE. Los datos revisados revelan que en el pasado año la economía española ya había iniciado un proceso significativo de desaceleración. Dicha evolución se apreció sobre todo en el menor crecimiento efectivo del consumo de los hogares y en el acusado retroceso del ritmo de crecimiento de las exportaciones.

Para 2019 las previsiones recogidas en el ‘consenso’ de Funcas apuntan a un ritmo de crecimiento del 2,2% para España, que descendería hasta el 1,9% en 2020. El menor crecimiento se advertirá sobre todo en el consumo privado y público y en la inversión empresarial. Sufrirá el aumento del empleo. La construcción residencial aparece todavía como el componente más dinámico de la demanda.

Sin embargo, tras iniciarse en el verano de 2019 la vigencia de la nueva Ley 5/2019 (BOE de 16.3.2019) de crédito inmobiliario, la implantación de dicha norma ha planteado problemas de ajuste entre bancos y notarios. Es posible que los cambios operativos hayan reducido el ritmo de concesión de nuevos préstamos hipotecarios en el verano de 2019. Esta evolución ha contribuido a bajar las ventas de viviendas, que apenas crecen respecto de 2018, evolución que podría afectar a la baja a la nueva construcción residencial.

La etapa de recuperación de la crisis desarrollada entre 2014 y 2019 en el caso de España puede sufrir un freno más o menos abrupto. El descenso del comercio mundial afectará a la todavía convaleciente economía española, a la que el otoño ha llegado de golpe. El rigor y las actuaciones destinadas a favorecer un mayor crecimiento deben de inspirar la política económica del gobierno que salga de las elecciones del 10 de noviembre.


Vocal del Consejo Superior de Estadística del INE. Doctor en CC. Económicas por la UCM (1977). Es Estadístico Superior del Estado, en situación de excedencia, y Economista Titulado del Banco de España, en situación de jubilación. Ha sido consejero de Economía de la Junta de Andalucía, presidente del Banco Hipotecario de España, presidente de Caja de Ahorros de Granada, presidente del Consejo Social de la Universidad de Granada y gerente de la Universidad de Alcalá de Henares. Actualmente es miembro de Economistas frente a la Crisis.